No sé si en vuestra iglesia hay alguien ciego. O tal vez tengáis un amigo o conocido. Invitadle a vuestra clase de escuela sabática para que os hable de cómo es su vida, su día a día, cómo enfrenta los desafíos de su discapacidad. Que exprese y enseñe a los chicos cómo ellos pueden ayudar, o cómo deben comportarse ante una persona ciega. Si no es posible que un ciego visite la clase y conocéis a otra persona con una discapacidad, invitadla de todas formas para que conciencie a los chicos de que los discapacitados son personas válidas y valiosas.
Si queréis jugar, juguemos a ser el ciego de nacimiento. Con unos antifaces haced carreras o recorridos a ciegas hasta el estanque de Siloé. Pueden ir palpando, usando un bastón, que alguien les haga de lazarillo, superando obstáculos o realizando pruebas, dependerá del espacio, de los chicos, de vuestra imaginación y de las ganas que le pongáis.
Si queréis jugar, juguemos a ser el ciego de nacimiento. Con unos antifaces haced carreras o recorridos a ciegas hasta el estanque de Siloé. Pueden ir palpando, usando un bastón, que alguien les haga de lazarillo, superando obstáculos o realizando pruebas, dependerá del espacio, de los chicos, de vuestra imaginación y de las ganas que le pongáis.
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